12 sept 2012

Orgulloso de haber sido de pueblo.


Imagine:
Es usted un joven con estudios primarios y con poca capacidad para ellos, no le voy a engañar. Vive de alquiler en un pisito escuetamente amueblado. No puede decirse que esté independizado porque su padre le ayuda a pagar las facturas corrientes y algunos gastos extra, aunque es él quien le prohíbe tener un trabajo decente, y no el minijob que ha conseguido encontrar a pesar de sus escaso nivel educativo, situación actual y margen de maniobra que posee. No es que llegue a entender mucho de política, pero aún así se interesa bastante en ella, como por cualquier asunto que pueda pasar dentro de su bloque, cotilla que es usted. Y sin embargo vive bien, su exiguo sueldo le permite llevar una vida social aceptable, poco cultural, pues todo hay que decirlo, pero aún así sana. También se permite el lujo de comer y pagar fotocopias con las que estudiar y así alcanzar su ansiada independencia, que no quiere lograr solo sino junto a tres de sus hermanos que están en su misma situación, y dos que aún viven con su padre. Éste es el mayor empresario de la provincia y sus deudas no se limitan a facturas de luz y agua sino que debe mucho más a proveedores y empleados, los cuales se han visto afectados por un ERE brutal y andan con los ánimos caldeados. También le debe dinero a usted, pues contaba con el dinero que su padre prometió pasarle. No es que sea todo culpa de él, claro está, pero su deuda sería notablemente menor de haber recibido la cantidad acordada.
Ahora los jefes de su padre obligan a usted a volver a la casa familiar, a que abone lo que gana a su progenitor a cambio de la promesa de que le dará de comer y le permitirá salir algún día de fiesta. Se acabaron los estudios y viendo a los hermanos que viven con su padre, se acabó también lo de comer todos los días, tendrá que ir a solicitarle cada plato de comida mediante un burofax o llevando solicitudes a una cocina que tenga seguro no estará a menos de 20km. Y nada de política, su padre ya votará por usted cuando llegue el momento. Según le cuentan por el telefonillo de marca Joly (pues no es que le visite mucho), su padre está en contra de esto, aunque hablar de una independencia total quizá sea demasiado extremista y le pide sin decírselo que se tranquilice y que asista a una manifestación en toda la jeta del jefe supremo para que usted calme sus ánimos y piense que ha hecho lo que estaba en su mano (no olvide de echarse fotos allí, sus hijos la querrán ver), aunque tampoco es cuestión de quedar mal ante este señor.
Tus hermanos son más pequeños y te llevan años luz de ventaja en cuanto a formación política, y eso que habéis estudiado lo mismo. Protestan con más fuerza que tú, que has ido allí con el espíritu de quien ya ha perdido la batalla aunque en una pequeña parte de ti, sepas que ni a tu padre ni a ese señor le importas lo más mínimo y, sobre todo, que en tu nueva habitación no te van a escuchar.

FIN

Y quien no haya entendido las metáforas que pregunte.


He de decir que he leído el anteproyecto de Ley que nos convertirá en jerezanos, y les aseguro ni quien la mandó hacer ni quien votará a su favor ha pensado en nosotros. Y que a quien la escribió no le funcionaba la barra espaciadora del teclado.
Lo bueno de dejar de existir como pueblo será que nos espera una muerte inmediata e indolora, pues gracias al rodillo del PP no tardará en aprobarse este anteproyecto e indolora porque parece que a nadie del pueblo le preocupa. Sé que no hago demasiada vida social en el pueblo, pues ni estoy aquí la mayor parte del año ni me intereso por la vida de cada ciudadano, pero lo que sí sé es que ha habido una manifestación y La Barca no llenó un autobús y que después nos quejaremos amargamente de no ser ni siquiera una pedanía, pero siempre en la plaza del pueblo, en el mercado de abastos o en el bar de la esquina. A cada concentración en defensa de los intereses del pueblo no han asistido más que personas alcahueteando y un periodista del Diario de Jerez dejándonos en mal lugar.
Luego se dirá que no nos merecemos el abandono, que este pueblo se mueve, y que ya hicimos rectificar a Cañete con el asunto del algodón. Y si existiera el karma nos mandaría una plaga de fotos en blanco y negro de Franco visitando el pueblo, por aquello de vivir anclados en el pasado. Aquí no se llena un mitin si no es invitando a una copa, y no nos acordamos de que somos de La Barca si no hay feria, romería o irrisorios anhelos independentistas con música de El Barrio. O qué bonita está mi Barca, qué bonita mi ciudad para cantarle pasodobles, suerte que barriada rural también rima con Carnaval, pues nos merecemos cuplés de los del bastinazo.
Les dejo la transcripción de una conversación mantenida durante la marcha en Madrid con el presidente de la ELA y si no fuera por su negocio, futuro parado:

-Alejandro, ¿no ha venido la senadora?
-...
-La senadora
-Ehh... pero ha venido la delegada de...vamos que han estado aqu...¡Y están en contra de to esto, que Jerez fue la primera ciudad en mostrarse en contra de to esto y eso...!
-Sí claro, no fuera a enterarse alguien de por arriba
-¡¡Más vergüenza debía darle a los otros partidos de La Barca que no están aquí!!¡¡Je!!
-No le digo que no, pero no es de lo que yo estaba ha...
(En ese momento me interrumpió un señor que después supe que le llaman Tulo)
-¡Se están cavando sus propias tumbas!
-Como si fueran los únicos...

He de decir que por mucho que me gusten a mí los puntos suspensivos los del discurso de Alejandro los puso él pues parecía una entrevista al presidente del gobierno. También es curioso que un señor mayor muy de derechas en una zona como esta (en la que hay pocos neoliberales y mucho señorito falangista) hable de 'cavar propias tumbas', curioso y en mi opinión repugnante, aunque lo hiciera inconscientemente. Aún más curioso que sólo sean los otros partidos quienes caven sus tumbas, cuando dentro de tres años no habrá presidente de BBUU, PSOE, IU, PSA, URJ, FORO o UPyD pero tampoco del PP.
No vi a los del PP gritar ni una sola consigna contra Montoro o Rajoy, pero sí los vi echarse fotos sintiendo ser los espartanos que iban a luchar contra el millón de persas, aunque más de turismo que otra cosa. E ir en náuticos, camisa y correa con la bandera de España, fuera alguien a dudar de qué partido era o por qué protestaba con tan pocos ánimos. Si preguntara por qué no vino la gente del PSOE en seguida me dirán que no se puede faltar un día al trabajo como si nada, que Alejandro sería entonces quien se echara las flores o que el autobús marea. Como si las huelgas no se hicieran para protestar, como si a mí me hicieran gracia las fotos con las autoridades o como si pasar 16h en un autobús en un día fuera plato de buen gusto.
Pero no estoy hablando de responsabilidades políticas o de falta de implicación, estoy hablando de un pueblo en el que no me veo en el futuro, un pueblo en el que sólo podemos llamarnos vecinos porque vivimos uno al lado del otro y no porque convivamos juntos, un pueblo que dejará de ser pueblo.

Jacinto